Basado en hechos reales II
Ella está intentando abrir la puerta. Él la mira impaciente. Ella tira de la puerta hacia adentro. Muchas veces, toclón-toclón-toclón.
Alrededor de ellos dos, bullicio de cafetería.
Ella sólo quiere irse y tira de la puerta (toclón) otra vez más, pero la puerta no se abre. Y ella se empieza a asfixiar de la prisa, todo se ha vuelto oscuro porque cada vez que tira de la puerta cierra fuerte los ojos. Aprieta todo el cuerpo.
El camarero pasa, tranquilamente, rodeándolos a los dos.
-Hacia afuera- sugiere
Pero ella no le escucha, toclón, aunque su novio se da cuenta. Y le grita
-¡Hacia afuera!- y todo se vuelve un poco más tenso. Ella le mira. Ella no le oye.
Y el camarero se pone nervioso. Y también grita.
-¡Empuja, empuja!
Pero ella tira otra vez de la puerta. Toclón, el gesto apretado. Ruido en la puerta de la cafetería. Qué nervios.
Dos tirones más, mordiéndose el labio inferior. Y por fin se gira. Mira al camarero. Y el camarero repite, tiene prisa, la bandeja llena de copas, el toclón incrustado en el cerebelo:
-¡Empuja!
Y entonces (toclón) ocurre lo fantástico.
-Vale, empujo. ¿Hacia adentro o hacia afuera?
Alrededor de ellos dos, bullicio de cafetería.
Ella sólo quiere irse y tira de la puerta (toclón) otra vez más, pero la puerta no se abre. Y ella se empieza a asfixiar de la prisa, todo se ha vuelto oscuro porque cada vez que tira de la puerta cierra fuerte los ojos. Aprieta todo el cuerpo.
El camarero pasa, tranquilamente, rodeándolos a los dos.
-Hacia afuera- sugiere
Pero ella no le escucha, toclón, aunque su novio se da cuenta. Y le grita
-¡Hacia afuera!- y todo se vuelve un poco más tenso. Ella le mira. Ella no le oye.
Y el camarero se pone nervioso. Y también grita.
-¡Empuja, empuja!
Pero ella tira otra vez de la puerta. Toclón, el gesto apretado. Ruido en la puerta de la cafetería. Qué nervios.
Dos tirones más, mordiéndose el labio inferior. Y por fin se gira. Mira al camarero. Y el camarero repite, tiene prisa, la bandeja llena de copas, el toclón incrustado en el cerebelo:
-¡Empuja!
Y entonces (toclón) ocurre lo fantástico.
-Vale, empujo. ¿Hacia adentro o hacia afuera?
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