Pantalón de Aquiles

...mi taller de costura...

agosto 25, 2007

Let it be

Foto: J. Bernal Revert












Cada vez que escucho Let it be me parece que estoy llamando por teléfono. Es que la ponían como musiquilla de espera en el tanatorio, y cuando estaba de prácticas tuve que llamar un montón de veces.

Teníamos una sección especial, aparte del obiturario. Algo así como homenajes a la gente que moría. Y chico, era lo que más se leía del periódico.

Total, tenías que llamar y hablar con la familia del muerto. No te quedaba otra, porque había que redactar una noticia, con su titular y todo, sobre Pepe o Luis o Juan Pedro. Imagínate el percal: "Aficionado a los toros fallece en Málaga".

Porque, claro, había cuatro cosas que yo preguntaba siempre: primero, dónde nació. Eso ya te da la noticia. Por ejemplo, "Muere un madrileño enamorado de la Costa del Sol". Y el fútbol. Si le gustaba el fútbol, ya tienes dos o tres líneas más.

La tercera cosa, los toros. Eso funciona. Le preguntas a las señoras, que están llorando, o a los hijos, "¿le gustaban los toros?". Y normalmente se entusiasman y te cuentan que el tío que ha espichado seguía mucho a El Juli, o que de joven saltó de espontáneo una vez, cosas así.

Luego le preguntas si tenía hermanos, porque los abueletes tenían todos muchos hermanos, y con eso ya vas que chutas.

Es una prueba de fuego y te da tablas. Si eres capaz de llamar a una viuda al tanatorio y hacerle una entrevista, luego puede venir el presidente del Gobierno o puede venir quien quiera, que te lo comes.

Hay gente que lo llevaba peor. Leti se tiraba una hora o más, muchas veces. Y cuando colgaba seguía llorando.

Muy heavy.

Yo al principio pensé que era coña. Luis me lo explicó el primer día. Bueno, Luis era el jefe de sección. "Tienes que llamar al tanatorio tal, y mejor pregunta en voz bajita". Como él era así, graciosillo, le dije "venga ya, Luis".

Pero no sonrió.

Cuando me di cuenta de que iba en serio, me quería morir.